Eslovenia, un tesoro cultural y natural en el corazón de Europa que cautiva con su rica herencia histórica, su gastronomía única que refleja sus influencias regionales y la amplia gama de actividades al aire libre y experiencias wellness de las que se puede disfrutar en sus impresionantes paisajes montañosos y valles vírgenes. ¡Te enamorarás de este destino!
Antiguamente parte de Yugoslavia, mucho ha cambiado en Ljubljana desde la caída del régimen comunista y Eslovenia declaró su independencia en 1991.
Ljubljana, la encantadora capital de Eslovenia cuenta con una hermosa arquitectura, una rica cultura y múltiples espacios verdes, parques, árboles y ríos. No es de extrañar que haya sido nombrada una de las ciudades más habitables y capital verde de Europa.
El símbolo de Liubliana es el dragón, que domina el icónico Puente del Dragón, también pueden verse dragones en los escudos, el castillo, las tapas de las alcantarillas o por la ciudad.
La atracción más destacada de la ciudad es el Castillo de Ljubljana. Montar en el funicular de cristal hasta el castillo es una de las mejores cosas que puedes hacer en esta bonita ciudad, el castillo está ubicado en lo alto de una colina y puedes ver las torres, murallas y banderas más destacadas desde casi cualquier lugar.
La Plaza Preseren es otra de las principales atracciones de la capital, se trata de un importante espacio de encuentro público donde se celebran eventos y conciertos. En esta plaza encontramos la estatua de France Prešeren, uno de los poetas más importantes de la historia de Eslovenia, la Iglesia Franciscana de la Anunciación, el Puente Triple y el Palacio Meyer.
El alma de la ciudad es el río Ljubljanica, atravesado por pintorescos puentes. Uno de ellos es el Puente de los Carniceros, llamado así ya que se usaba antiguamente para llevar la carne al mercado desde los mataderos. Este puente es muy característico ya que está lleno de candados que simbolizan el amor eterno tras tirar al río la llave.
Otras visitas recomendadas son el Mercado Central, diseñado por Jože Plečnik, la zona de Metelkova mesto, un cuartel militar del ejército de la antigua Yugoslavia que ahora es un centro cultural, la Catedral de San Nicolás, la Plaza Mestri, la Plaza Trznica o la Iglesia de San Jaime.
Los museos más importantes que podrás conocer en son Museo Nacional de Eslovenia, el Museum of Modern Art Ljubljana, la Casa de las Ilusiones o la Galería nacional de Eslovenia.
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Piran es uno de los pueblos más bonitos para visitar, pequeño y cautivador, con aires antiguos y ritmo pausado, y con un encanto difícil de describir con palabras o fotografías. De verdad, tienes que vivirlo. Es una maraña de callejuelas peatonales y estrechas, que trepan desde la costa del Adriático hasta la colina que protege el pueblo. Su tamaño es pequeño y se recorre en un día de sobra, pero no es mal lugar para quedarse alguna noche y visitar el resto de pueblos de la costa eslovena.
El centro del pueblo es la famosa Plaza Tartini, que debe su nombre al compositor y músico italiano Giuseppe Tartini. Es el corazón de Piran, una gran plaza ovalada con suelo de mármol y edificios de tonos claros, absolutamente bella y hasta donde casi llega una lengua de mar que entra desde el puerto, lo que conforma una postal idílica, con las embarcaciones casi encima de la plaza y detrás, la colina que protege el pueblo. Pura magia, hermosura y elegancia. En esta misma plaza se ubica el Ayuntamiento y la Iglesia de San Pedro de estilo barroco renacentista.
Una curiosidad, en esta plaza encontrarás la Casa Veneciana, la más famosa del pueblo y que guarda una bonita historia. Esta casa del siglo XV fue construida por un rico comerciante veneciano para que la habitara su amante. Fruto del amor que sentía por ella y para acallar los «cotilleos» del pueblo, mandó grabar una inscripción en la fachada que dice: » Lassa our dir» que más o menos se traduce como: «Déjales que hablen».
Saliendo por la parte de atrás de la plaza y callejeando, encontrarás en la parte alta de la colina la Iglesia de San Jorge de Piran y su torre campanario, con casi 50 metros de altura, inspirada en el campanario de San Marcos en Venecia, nada mejor para una vista panorámica de la ciudad.
Si no deseas gastar demasiado y probar buena comida tienes que ir a la pizzería Da Sergio muy famosa por la calidad que ofrece y lo bien ubicada que está en pleno centro.
El Parque Nacional Triglav (Parque Triglavski Narodni) es el área protegida más grande de Eslovenia y el único parque nacional, con una superficie de 840 kilómetros cuadrados.
El parque abarca la mayor parte de los Alpes Julianos orientales, una espectacular cadena montañosa que forma parte de los Alpes Calizos del Sur. El punto central del parque es sin duda el monte Triglav con 2.864 metros que es a su vez la montaña más alta de Eslovenia.
El Parque Nacional Triglav está lleno de ríos cristalinos, valles tallados por glaciares, lagos alpinos, pastos de gran altitud, cabras montesas errantes, picos impresionantes y gargantas escondidas como Vintgar, Mlinarica y Mostnica.
Información útil: La mejor época para visitar el Parque Nacional Triglav es de mayo a octubre, la entrada es gratuita, aunque algunas actividades si tienen coste, está prohibido acampar al aire libre y solo se permite camping en áreas designadas.
Lo que no te debes perder: el monte Triglav, el valle de los Siete Lagos, el lago Bohinj, los pastos alpinos de Bohinj, Pokljuka, el paso de Vršič, el valle de Soča, el lago Krnsko jezero y la cascada Peričnik.
Donde está permitido el baño: en el lago Bohinj, lago Jasna, río Nadiža, río Soča y río Idrijca.
Sin duda, la Garganta de Vintgar es uno de los lugares más mágicos que visitar en Eslovenia. Un desfiladero con pasarelas de madera, de más de un kilómetro y medio excavado en el río Radovna, que separa los montes Boršt y Hom en el Parque Nacional Triglav.
El sentido de la marcha es de una sola dirección. Para volver hay dos opciones: la ruta verde, y la ruta roja. La verde es una ruta de cinco kilómetros y medio que te llevará al punto de inicio de la garganta, y es la que se recomienda para ir con niños, y la ruta roja es de cuatro kilómetros y medio, es una ruta de senderismo moderada.
El río Radovna está creado por afluentes pequeños de los valles glaciares de Krma y Kot y fluye a través del valle hacia el desfiladero de Vintgar, convietiéndose en un precioso río de color esmeralda, con saltos, cascadas, una frondosa vegetación, rocas cubiertas de musgo y paredes verticales.
¿Cómo llegar a la Garganta de Vintgar? Se encuentra a una hora de Liubliana y a cuatro kilómetros de Bled. Llegar a Garganta de Vintgar es muy fácil: para bicicletas o motos es posible aparcar en las inmediaciones del centro de entrada. Si llegas en coche podrás elegir uno de los tres aparcamientos y desde allí coger el autobús electrónico gratuito VINTGAR Shuttle que circula regularmente hasta el centro de entrada. El desfiladero de Vintgar está cerrado al público durante el invierno.
Eslovenia cuenta con una increíble diversidad geográfica. montañas alpinas en el noroeste y llanuras bajas en el sur. Su pico más alto es el monte Triglav, con 2.864 metros, situado en los Alpes Julianos, que forman parte de la cordillera de los Alpes Orientales. También tiene algunos picos impresionantes y alberga numerosos lagos glaciares, incluidos el lago Bled, Bohinj y Cerknica, asi como lagos artificiales como el Lago Jasna.
El lago Bled, situado en los Alpes Julianos, es quizás el más emblemático de todos los lagos eslovenos. Este lago glacial es mejor conocido por su pequeña isla, ubicada en el medio y accesible en barquito, donde podrás visitar la Iglesia de la Asunción de María y disfrutar de las maravillosas vistas de los Alpes Julianos. También puedes visitar el Castillo de Bled, situado en lo alto de una colina con vistas al lago Bled.
El lago Bohinj es otro lago glacial y es el lago permanente más grande de Eslovenia. Está rodeado de frondosos bosques de coníferas y árboles de hoja caduca, así como de varios picos montañosos, incluido el monte Triglav, el pico más alto de Eslovenia.
El lago Cerknica es un lago estacional, también conocido como “el lago que desaparece” ya que su nivel de agua fluctúa dependiendo de las lluvias de otoño y el deshielo de principios de primavera, y la forma del lago también va cambiando dependiendo del nivel.
El Lago Jasna está rodeado por el Parque Nacional Triglav. El nombre del lago se debe a los dos lagos artificiales interconectados en la confluencia de dos arroyos, Velika Pišnica y Mala Pišnica. En este lago puedes disfrutar de los muelles y del mirador de 6 metros de altura, escuchar actuaciones musicales en el hermoso paisaje natural de Razor, pasear por los bonitos senderos o disfrutar de la pesca.
Otros lagos de Eslovenia son el Lago Krn, el Lago Negro, el Lago Ptuj o el Lago de Lovrenc.
No muy lejos de Kobarid, en el extremo noroeste de Eslovenia, sobre el río Soča, de color verde esmeralda, se encuentra el desfiladero del arroyo Kozjak, donde destaca especialmente la cascada Kozjak, de 15 metros de altura.
Esta cascada se forma gracias al cristalino arroyo Kozjak, un afluente izquierdo del río Soca, que nace en varias cuencas hidrográficas en lo alto de la montaña Krncica, de 2.142 metros. El arroyo discurre a través de múltiples estanques y seis cascadas, de las cuales sólo dos son accesibles a los visitantes: además de Veliki Kozjak (cascada de Kozjak), está la cascada inferior Mali Kozjak, de 8 metros de altura.
La cascada de Kozjak tiene una altura de 15 metros, y se puede llegar a ella a través de un sendero apto para todos los públicos. Lo más fascinante de esta cascada es que se encuentra enclavada en una cueva kárstica.
A pocos kilómetros de la cueva de Postoina, el mundo kárstico ofrece una experiencia inolvidable, el Castillo de Predjama, una auténtica maravilla medieval que lleva más de 800 años encaramada en medio de un acantilado de 123 metros de altura.
Detrás del castillo-cueva más grande del mundo podemos encontrar una extensa red de galerías y túneles secretos por donde Erasmo Lueger (valiente caballero que se resistió al emperador y se convirtió en una especie de Robin Hood esloveno), obtenía los suministros de alimentos y otras necesidades.
El castillo cuenta con una sala de audiencias, una sala de tortura, un comedor, cocina, dormitorio, un ático que servía de cuartel y mirador y una terraza abierta. El cuartel es actualmente un museo de armas que exhibe armas medievales como hachas, alabardas o ballestas.
Bajo el castillo, existe una gran cueva se extiende a lo largo de 14 kilómetros, la segunda en longitud después del cercano complejo de Postojna, pero esta solo es posible visitarla en verano con un guía especializado y con el equipo de espeleología adecuado, en invierno una colonia de murciélagos la usa para hibernar y aparearse.
La cueva de Postojna fue descubierta en 1818 por el guía de cuevas local Luka Čeč. Actualmente es una de las cuevas más visitadas de Europa y uno de los lugares de Eslovenia más visitados. Está situada en muy cerca de la ciudad eslovena de Postojna, en el suroeste del país.
La cueva de Postoina es la única cueva kárstica que cuenta con una vía férrea construida hace más de 140 años. Por la vía circula un pequeño tren turístico que te transporta a la red subterránea de corredores, galerías y salas kársticas de más de 24 kilómetros.
Durante una visita guiada de hora y media podrás admirar los elementos kársticos más importantes: la estalagmita más grande, de 16 metros de altura, conocida como el Rascacielos, el símbolo blanco cristalino de la cueva de Postojna, el Brillante, la oficina de correos subterránea más antigua del mundo y el animal subterráneo más famoso: el olm o pez humano.
Eslovenia ofrece una experiencia única que combina historia, arte y tradición en un paisaje impresionante. En la encrucijada de las culturas eslavas, germánicas y mediterráneas, Eslovenia es un crisol de influencias que se reflejan en sus diversas actividades culturales.
Los museos eslovenos son tesoros que revelan la rica historia del país. En Ljubljana, la capital, el Museo Nacional de Eslovenia y el Museo de Arte Contemporáneo ofrecen una inmersión en el patrimonio cultural y artístico. Mientras tanto, el Museo Etnográfico muestra la vida cotidiana a lo largo de los siglos.
Los festivales eslovenos celebran la música, el cine y las artes escénicas. El Festival Internacional de Jazz de Ljubljana atrae a músicos de renombre mundial, mientras que el Festival Internacional de Cine de Liubliana destaca lo mejor del cine independiente. Los festivales de teatro como el Festival de Verano de Ljubljana ofrecen actuaciones en impresionantes escenarios al aire libre.
La gastronomía eslovena es un festín para los sentidos, fusionando influencias regionales para crear una cocina única y deliciosa. En medio de impresionantes paisajes alpinos y vírgenes valles, los ingredientes frescos y de temporada son la base de la cocina del país.
Sus platos tradicionales reflejan la diversidad cultural como el jota, una sopa espesa de col y alubias, un plato reconfortante popular en todo el país. Por su parte, el potica es un pastel de nueces enrollado en masa, un manjar dulce que se disfruta durante las celebraciones. En la costa, el pescado fresco es protagonista en platos como la brancin o lubina a la parrilla. En la región de Carniola, el cerdo asado con žganci -una especie de sémola- es un festín tradicional.
Y los vinos eslovenos no se quedan atrás, son una delicia para acompañar las comidas. La región vinícola de Primorska produce excelentes vinos blancos, mientras que Podravje es famosa por sus tintos robustos.
La experiencia culinaria eslovena va más allá de la comida. Los mercados locales como el de Liubliana ofrecen una explosión de colores y sabores, donde los visitantes pueden degustar quesos artesanales, embutidos ahumados y miel de montaña.
En medio de sus exuberantes paisajes y su aire puro, Eslovenia ofrece un refugio perfecto para el bienestar y la relajación. Con una abundancia de aguas termales, spas y actividades al aire libre, el país se ha convertido en un destino destacado para quienes buscan rejuvenecer cuerpo y mente.
Los spas eslovenos son oasis de tranquilidad, donde los visitantes pueden sumergirse en aguas termales curativas y disfrutar de una variedad de tratamientos de bienestar. Destinos como Terme Olimia y Terme Čatež ofrecen una amplia gama de servicios que van desde masajes relajantes hasta terapias de barro y saunas tradicionales.
La naturaleza eslovena es el escenario perfecto para actividades que promueven el bienestar. Senderismo en los Alpes Julianos, practicar yoga en las orillas del lago Bled o simplemente respirar el aire fresco de los bosques de Triglav National Park son experiencias que revitalizan el cuerpo y calman la mente.
El yoga y la meditación también tienen un lugar especial en la escena wellness de Eslovenia. Centros como el Yoga Studio Ljubljana ofrecen clases regulares en entornos serenos que permiten a los participantes conectarse consigo mismos y con la naturaleza circundante. ¡Ven a desconectar de tu rutina!
Con su impresionante paisaje montañoso, ríos cristalinos y frondosos bosques, Eslovenia es un paraíso para los amantes de las actividades al aire libre. Desde emocionantes aventuras en el agua hasta emocionantes expediciones en la montaña, el país ofrece una amplia gama de experiencias para todos los niveles de habilidad y preferencias.
El senderismo es una de las actividades más populares, con una red de senderos bien mantenidos que atraviesan parques nacionales y reservas naturales. Los Alpes Julianos son un paraíso para los excursionistas, con rutas que llevan a majestuosas cumbres y pintorescos lagos alpinos, como el famoso lago Bled. ¡No te lo pierdas!
Los ríos de Eslovenia ofrecen emocionantes oportunidades para practicar deportes acuáticos. El rafting en el río Soča, famoso por sus aguas de color esmeralda y rápidos emocionantes, es una experiencia inolvidable para los amantes de la adrenalina. El kayak y el piragüismo son populares en los numerosos ríos y lagos del país, como el río Krka y el lago Bohinj. ¡Atrévete!