¿Qué ver en Cáceres y alrededores?

Cáceres es una ciudad con un centro monumental perfectamente conservado, que nos permite ver una ciudad medieval de enorme belleza. Lo mejor que puedes hacer es coger un mapa y comenzar a recorrer su centro, sus callejuelas empedradas y sus edificios históricos.

La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la ciudad, fue edificada en el siglo XV. Desde allí se pueden disfrutar de los deliciosos platos típicos de la zona, o de aperitivos en sus numerosas terrazas y restaurantes. También se puede iniciar una visita guiada de la ciudad, comenzando la visita desde los edificios históricos que se ubican en la misma plaza como el Ayuntamiento, que fue construido en 1869, u otros monumentos emblemáticos como la Torre de la Hierba, la de los Púlpitos o la Torre de Bujaco junto a la Ermita de la Paz.

La Torre de Bujaco data del siglo XII y origen árabe, aunque con sucesivas remodelaciones hasta el siglo XVIII. Es uno de los edificios más llamativos del centro de la ciudad, se puede ver desde la Plaza Mayor. Podrás subir a la torre para tener las mejores vistas de la Plaza Mayor y del casco histórico de la ciudad. Servía como método de orientación temporal, como una especie de reloj, para los comerciantes de la ciudad.

La concatedral de Santa María, es un templo religioso de origen romano, el principal de la ciudad, que fue reconstruido en los siglos XV y XVI con un estilo tardo gótico. También incluye una torre de estilo renacentista. Fue declarada en 1931 como Monumento Histórico Artístico.  No te puedes perder una visita a su interior para ver sus retablos, capillas y el “Cristo negro” del siglo XV.

El barrio de la judería actualmente es un conjunto de casas que se ubican en la parte sureste del casco histórico, dentro de la antigua muralla. Actualmente es un barrio de blancas casas antiguas, bonitas y con pequeños jardines y calles empedradas. Lo más destacable es la Ermita de San Antonio (era la antigua sinagoga) y otra parte de la muralla que también es visitable. Si paseas por la antigua judería con pausa y concentración, podrás ver en sus edificios diferentes motivos, inscripciones y detalles de lo que fue este precioso barrio “judería”.

Uno de los edificios más emblemáticos, sino el que más, es la Iglesia de San Francisco Javier. Esta original iglesia del siglo XVIII con dos altas torres, destaca por su altitud, esbeltez y originalidad en el conjunto histórico de la ciudad. Tiene cierto aire portugués. Fue erigida por la Compañía de Jesús y posee estilo barroco. En la actualidad es un pequeño museo. Esta iglesia se ubica en la plaza de San Jorge, donde se ubica la escalinata por la que se accede tanto a la iglesia de San Francisco Javier como al colegio de la Compañía de Jesús, además encontramos en un lateral el bello jardín de Cristina de Ulloa, desde cuyo balcón se pueden admirar hermosas vistas del entorno de la ciudad.

El museo de Cáceres, ubicado en dos casas cacereñas señoriales dentro del casco histórico, de las más bonitas de la ciudad. Originalmente fue un museo de monedas antiguas y de utensilios históricos aportados por los estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza. Actualmente cuenta con colecciones de bellas artes en uno de los edificios, y con las colecciones de arqueología y etnografía en el otro.

El Palacio de los Golfines de Abajo es un precioso edificio está ubicado en la plaza de Santa María. Es un gran palacio del siglo XV que sirvió de fortaleza y con una fachada con motivos platerescos que lo hacen uno de los motivos más interesantes para visitar la ciudad. Pertenece a una de las familias nobles que históricamente más poder han tenido en Extremadura.

La otra joya de la provincia de Cáceres y “ciudad de conquistadores” es Trujillo, una de las más bonitas de Extremadura y de España. Tiene mucho patrimonio por ver, un centro medieval precioso y un edifico defensivo (la Alcazaba) desde el que se puede ver toda la región y la ciudad. Destacan también la Iglesia de San Martín con su torre del reloj, la plaza mayor, la iglesia de Santa María la Mayor, y sus numerosos palacetes y calles empedradas medievales.

Guadalupe es un centro religioso y de peregrinación. Su virgen es la más querida en México, pues los conquistadores llevaron la devoción a esta virgen a esa tierra. Destaca su monasterio, la Iglesia de la Santísima Trinidad, la calle Ruperto Cordero, con numerosos y bellos soportales antiguos, la plazuela de los Tres Chorros o el precioso mirador del Parque de la Constitución desde el que ver esta hermosa ciudad.

Y para terminar, uno de los entornos naturales más bonitos de la región: Las Hurdes y el meandro del Melero. Para llegar, has de conducir por una zona no tan bien comunicada con otras ciudades, pero el viaje merece sin duda la pena. El meandro de Melero se ubica en la Sierra de Gata, por donde discurre el río Alagón.

Y… ¡No podemos olvidarnos de llenar el estómago en nuestra visita a Cáceres! 

Cáceres tiene una enorme y rica gastronomía. Podremos disfrutar de los platos típicos de la provincia en cualquier buen restaurante de la ciudad. ¿Sabías que la cocina cacereña es una mezcla de pastoril y conventual?

Destacan las migas extremeñas, cuyos  principales ingredientes son pan, aceite, ajo y pimiento: diferentes embutidos como su reconocido jamón ibérico o la patatera, hecha a basa de grasa de cerdo y patata cocida, condimentada con pimentón; el zorongollo, una ensalada hecha a base de pimientos; el gazpacho de la tierra, o la torta del Casar, el queso más afamado de la región. Como postres destacan la técula mécula, a base de hojaldre relleno de almendras y las flores extremeñas, un dulce típico del carnaval de Cáceres elaborado a base de huevos, azúcar, anís y miel... probarlos es una obligación.

¿A qué no te puedes ir de Cáceres sin haber degustado varios de sus platos típicos?.

¿Y tú? ¿Estás preparando ya tu viaje a Cáceres?