Programa tus próximas vacaciones a uno de los países más completos de Europa: Polonia. Encontrarás un país verde repleto de vegetación, pueblos medievales con mucho encanto y una gastronomía única y totalmente exquisita. Su historia milenaria y su papel durante la Segunda Guerra Mundial le han otorgado una importante herencia histórica, con múltiples lugares incluidos en el listado del Patrimonio Mundial de la UNESCO. ¡Atento a todo lo que Polonia puede ofrecerte!
Polonia es uno de los países más visitados en Europa y, sin embargo, sigue siendo un destino desconocido para muchos que merece la pena visitar antes de que sus ciudades, pueblos y espacios naturales se llenen de turistas y buses. Y encima se puede visitar todo el año, ya que Polonia está muy preparado para el invierno. No tengáis miedo a la nieve porque, además de que no hace tanto frío, es cuando más bonito está el país.
Aún con moneda propia, podemos volar desde España a Polonia con varias compañías aéreas como Iberia, LOT, Vueling, Ryanair, etc. Y tanto los hoteles, como las comunicaciones entre ciudades mediante trenes, autobuses o coche de alquiler son muy buenas.
Por cierto, que Polonia es un país no sólo para visitar ciudades y naturaleza; Cracovia fue declarada Capital Gastronómica de Europa. Y es que cada región polaca tiene sus propias particularidades en lo que a cocina se refiere, con distintas variaciones en sus platos de sopas, carnes, pescados y postres, debido a la influencia que han tenido la cultura judía, ucraniana e incluso alemana a lo largo de la Historia del país.
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Varsovia, la capital de Polonia y su ciudad más grande, ha sido elegida Mejor Destino Europeo 2023 por su diversa oferta turística. Algunos must para conocer la cultura del pasado y presente de la ciudad son la Ruta Real, con joyas arquitectónicas como el Castillo Real, el Castillo Ujazdowski o el Palacio de Wilanow; o el barrio de Praga, el más moderno y artístico de la ciudad con atractivos como la catedral de San Miguel Arcángel y San Florián Mártir o el Jardín Zoológico de Varsovia. Y, por supuesto, te recomendamos presenciar conciertos en vivo de música de Chopin. ¡Todo un espectáculo!
Polonia alberga un total de dieciséis bienes declarados Patrimonio de la Humanidad, entre los que se pueden encontrar grandes conjuntos arquitectónicos, parques naturales o, incluso, algunos bienes inmateriales. De estos últimos destacan los Belenes de Cracovia, que compiten en un tradicional concurso cada primer jueves de diciembre y los mejores se exponen en el Palacio Krzysztofory hasta finales de febrero del año siguiente.
El casco antiguo de Cracovia y la Mina de Sal de Wieliczka fueron los primeros lugares que se incluyeron en esta lista de la UNESCO. El Antiguo Campo de Concentración Nazi Auschwitz-Birkenau, hoy en día convertido en Museo Estatal, también cuenta con ese reconocimiento mundial y es todo un must para conocer la realidad del pasado histórico de nuestro continente.
El Castillo medieval de La Orden de Los Caballeros Teutones, en Malbork, es otra visita obligada. Se encuentra a orillas del río Nogat, por el que es muy recomendable pasear en barco y observar el espectáculo de luz y sonido que ofrece en las noches de verano.
Si buscas sumergirte en plena naturaleza, no dudes en visitar el Parque Nacional de Bialowieza, declarado Reserva Mundial de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad en 2014 y el único lugar donde se puede avistar al bisonte europeo viviendo en libertad. ¡Increíble!
Cracovia
Cracovia ha sido siempre el centro económico, científico, cultural y artístico de Polonia, prácticamente el corazón del país. No es, pues, de extrañar que actualmente sea una de las ciudades polacas más visitadas, y que esté declarada “Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco desde 1978. Fue también Capital Cultural Europea en el año 2000.
Cuenta con 28 museos que atesoran entre sus obras cuadros de Leonardo Da Vinci y Rembrandt, entre otros ilustres artistas.De obligada visita son la Plaza del Mercado, la Basílica de Santa María, la Catedral de Wawel y el Castillo Real, además de la Sinagoga Vieja y el antiguo Gueto Judío.
En las afueras de Cracovia, a unos 90 kilómetros, nos encontramos un testimonio del horror que puede causar el ser humano, Auschwitz un complejo de campos de concentración creado en 1940 por los nazis en el que se exterminaron a más de un millón de personas, en su inmensa mayoría judíos. Es recomendable tener reserva previa de esta visita, ya que en temporada alta se completa rápidamente.
Otra de las visitas recomendables desde Cracovia son las Minas de Sal de Wieliczka, declaradas también “Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco. Situadas a unos 14 kilómetros de la ciudad, son una de las minas de sal más famosas el mundo, junto con las de Zipaquirá (cerca de Bogotá, Colombia).
Varsovia
Varsovia, la capital polaca fue declarada en 1980 “Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco como ejemplo de reconstrucción de una ciudad que había sido completamente destruida a raíz del alzamiento contra la ocupación nazi en 1944. Sus calles conservan la arquitectura medieval rodeada por las murallas que protegían la ciudad en la antigüedad, y siempre custodiadas por la Catedral de San Juan.
El corazón de la ciudad está en la Plaza del Mercado, llena de cafés, tiendas y restaurantes tradicionales.Y si quieres disfrutar de una escapada a Varsovia , encontrarás una ciudad colorida, histórica y con mucho que ofrecer. Te presentamos un programa de tres días y dos noches en un hotel de 4* que incluye desayunos, traslados, una visita guiada por la ciudad (con entrada al Museo Fotoplastikon) y entradas para un recital de piano de Chopin.
Unos días en los que podrás recorrer sus calles para conocer la Plaza del Mercado, el Castillo Real, sede de los antiguos reyes de Polonia, el casco antiguo, la estatua de la Sirenita en el Stare Miasto y la Barbacana (resto de las murallas medievales de la ciudad). También la Tumba al Soldado Desconocido, el Parque Real de Lazienki y el barrio judío. No podrás irte sin subir al mirador de la planta 30 del Palacio de la Cultura y la Ciencia, regalo soviético, para contemplar las espectaculares vistas de la ciudad. Unos días de desconexión para disfrutar de una Navidad distinta en la ciudad que vio crecer a Fréderic Chopin y Marie Curie.
Zakopane
Situada en el corazón de los Montes Tatras, Zakopane sirvió de refugio a diversos escritores que huyeron durante la guerra para poder seguir escribiendo. Sus maravillosos paisajes, que se pueden recorrer a caballo o, en invierno, en trineo, seguramente les sirvieran de inspiración. Lo mismo que sus casas de madera de principios del siglo XX, claro ejemplo del estilo arquitectónico propio de la región.
Es un destino ideal para los amantes de los deportes de invierno, sobre todo del esquí. Durante el resto de meses se ofrecen numerosas rutas de senderismo. Las dos montañas más famosas de la zona son Kasprowy Wierch y Gubalówka, a las que se puede acceder en funicular o teleférico.
Wroclaw
Conocida como la “Venecia del Norte”, Wroclaw está conformada por 12 islas unidas por 130 puentes fácilmente visitables en un paseo en barco. Su Historia es larga y compleja, pues ha sido alemana, checa y polaca. Fue, además, la última ciudad en rendirse ante los aliados durante la II Guerra Mundial. En el año 2016 fue nombrada Capital de la Cultura Europea.
Una de las grandes curiosidades de Breslavia es que cuenta con 200 duendes de bronce repartidos por toda la ciudad, cada uno con su propia historia. Recogen la tradición popular polaca de los “krasnoludk”, una especie de duendecillos que luchan contra la mala suerte. El Ayuntamiento comenzó a colocarlos en 2001, y se han hecho tan populares que se han definido rutas por toda la ciudad para encontrarlos.
El casco antiguo cuenta con edificios de estilo gótico y renacentista. Destaca sobre todo la Plaza de Rynek que, con su trazado rectangular, es una de las más grandes de Europa.
Malbork
En Malbork, esta pequeña ciudad del norte de Polonia, se encuentra el castillo más grande de Europa Central, y que fuera sede de la Orden Teutónica en el siglo XIV. Se trata de una gran fortaleza formada por tres secciones diferentes – los llamados castillo alto, medio y bajo – separadas entre sí por fosos y torres. Como curiosidad te cuento que sus murallas exteriores rodean una superficie cuatro veces mayor a la del británico Castillo de Windsor.
Gdansk
Situada al lado del Mar Báltico – su nombre significa “río que desemboca en el mar” -, Gdansk es una ciudad portuaria desde la que los comerciantes polacos exportaban tradicionalmente sus productos, sobre todo cereal.
También conocida como la “ciudad del ámbar”, cuenta con los mejores joyeros del país, que realizan auténticas obras de arte con dicho material y con plata.
Entre sus edificios más representativos destaca el Ayuntamiento (siglo XIV), con una alta torre rematada por la estatua del rey Segismundo II, y en cuyas cercanías se encuentran las antiguas casas de los ricos burgueses y comerciantes de la ciudad.
Las mejores vistas y fotos del bello Paseo Real y el paisaje urbano de Gdansk se obtienen desde la Isla de los Graneros.
Sopot
No muy lejos de la anterior se encuentra la principal localidad de playa de Polonia, Sopot, muy recomendable entre abril y octubre. Importante centro de salud y turismo, cuenta con el muelle de madera más largo de Europa, llamado Molo (515 metros de longitud) desde el que se puede visitar la Bahía de Gdansk. Actualmente se tiene que pagar entrada.
De visita obligada es la Casa Torcida o Krzywy Domek, situada en el número 53 de la calle Bohaterów-Monte-Cassino y construida en 2004 por los arquitectos Szotyński y Zaleski. Realmente es un centro comercial, sala de juegos y la sede de la Radio Muzyka Fakty FM.
Masuria
La conocida como “Región de los 1.000 lagos” – el mayor de ellos con 113 Km de largo – es una zona boscosa con una naturaleza impresionante que ofrece multitud de actividades al aire libre durante todo el año. De hecho, cuenta con 11 reservas naturales, como el Lago Luknajno (catalogado como “Reserva de la Biosfera” por la Unesco) o el Bosque Bialowieza (con una zona donde admirar la cría de bisontes). No en vano optó a ser una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Los platos típicos de esta zona se elaboran con pescados de sus lagos de agua dulce.
Los eventos en Polonia no cesan. Este 2023 se celebra el 550 aniversario de una de las figuras polacas más universales: Nicolás Copérnico. Esta puede ser una buena oportunidad para conocer su ciudad natal -Toruń- y, si tu visita coincide en agosto, no te pierdas el festival Bella Sky.
La milenaria Gdansk ostenta, desde 2019, el título de la Ciudad de la Concordia, Premio Princesa de Asturias. Esta ciudad, además de un importante patrimonio monumental, acoge una de las ferias más antiguas de Europa: la Feria de Santo Domingo (Jarmark Dominikański), con nada más y nada menos que 763 años de historia. La feria sigue fiel a sus orígenes medievales, con mercados artesanales, puestos de comida callejera, música y bailes medievales, desfiles y teatros callejeros.
La gastronomía polaca es un claro reflejo de su situación geográfica y su historia, con fuertes influencias tanto orientales como europeas, especialmente de Italia. Suelen ser platos calientes y muy contundentes que te ayudan soportar las bajas temperaturas, aunque también merece la pena tomarlos en meses más cálidos.
El zurek es una sopa tradicional elaborada a base de patata y salchichas que se sirve en el interior de un gran pan hueco, suele ir acompañado de huevo o tocino. ¡Te recargará las pilas!
Otro de los platos estrella son los pierogis, los encontrarás en prácticamente todos los restaurantes y se trata de unas empanadillas cocidas rellenas de carne y verduras. ¡También puedes encontrarlas dulces!
Polonia es un interesante destino para visitar. ¡No te pierdas sus múltiples atractivos!