Roma, la Ciudad Eterna, lugar imprescindible para viajar sea cual sea la época del año. Enamorarse de sus calles, aprender de su historia, visitar sus monumentos o paladear su exquisita gastronomía es sin duda algo que harás, o ya habrás hecho, nada más poner un pie en la ciudad. Tanto si eres un asiduo de Roma, como si es la primera vez que vienes a visitarla, tenemos la mejor opción: conocerla a través de sus miradores. Ciudad a vista de pájaro suena muy bien, ¿verdad?
Visitar el Castillo de Sant’ Angelo (conocido por muchos también como Mausoleo de Adriano), es una obligación si vienes a Roma. Empezó su construcción en el año 135 para usarse como mausoleo por el emperador y su familia. Pero con el paso de los años se convirtió en un edificio militar, en fortaleza de familias acaudaladas, cárcel e incluso residencia papal.
Está lleno de historias y leyendas vinculadas a los Santos Pontífices; es más, hay un túnel secreto que conecta el castillo con la Santa Sede y que se conoce como el Passetto. Hoy en día alberga el Museo Nacional del Castel de Sant’Angelo.
Pero aparte de todo esto, podrás tener una bonita panorámica de la ciudad en su estupenda terraza. La cuál nos ofrece una vista 360º de Roma y del Vaticano. Apreciarás de cerca al Arcángel que corona el edificio y la Campana de la Misericordia. Su entrada ronda los 15 euros ¡pero ya te aseguramos que merece la pena!
Llegamos hasta el impresionante Vaticano para contarte que desde la cúpula de San Pedro disfrutarás de una de las mejores vistas de la ciudad. Proyectada por Miguel Ángel y finalizada por Giacomo della Porta, es un símbolo romano. Entrar a la Basílica es gratuito, pero no subir a la cúpula. Para ellos, tienes dos opciones: subir las escaleras te costará 8€ (eso sí, prepárate para el ascenso ya que son 551 escalones) o hacer un tramo en ascensor y otro tramo de escaleras (320) y cuyo coste ronda los 10€.
Todo esfuerzo tiene su recompensa, claro está, y nada mejor que las increíbles vistas que se nos ofrecen desde aquí. Lo mejor es que subas a primera hora (después podrás ver los Museos Vaticanos- y no hacerlo al revés porque la fila para la visita es muy considerable) o a última hora para que disfrutes de un atardecer espectacular.
Nos encontramos con una de las mejores vistas que hay del Coliseo de Roma en el interior de este monumento, también llamado Altar a la Patria. Este lugar tan famoso es comúnmente conocido como “la máquina de escribir” por los lugareños, ya que no es del gusto de todos, por ocupar el lugar de lo que fue una buena parte del barrio de la colina Capitolina.
Su entrada es gratuita y podrás disfrutar de una curiosa compañía: las gaviotas romanas que amenizaran tu visita por los diferentes miradores. Aunque hemos de advertirte que cuenta con una terraza llamada Terrazza delle Quadrighe, que se llega a través de un ascensor, y que sí es de pago.
Subimos hasta los Orti Farnesiani de Palatino, para disfrutar de la Roma Antigua de otra manera. Podrás ver el Foro Romano y el Coliseo desde otra perspectiva, sintiéndote un verdadero patricio, ya que fue aquí donde los primeros emperadores romanos ubicaron su residencia. Para acceder tendrás que pagar para disfrutar de espectáculo, ya que se encuentra dentro del recorrido del Foro Romano.
Esta vez, podemos también disfrutar de las bellezas de la Roma Antigua, pero de manera gratuita. El Mirador del Campidoglio se encuentra en un jardín con el mismo nombre, al que se accede tras subir los escalones de la Piazza Venezia. Veremos las famosas columnas del Templo de Saturno con el Coliseo de fondo. Es un lugar bastante concurrido, sobre todo cuando cae el sol y el Foro se ilumina, lo que provoca que sus visitantes se queden con la boca abierta.
Quizá sea aún un poco menos conocido que sus hermanos, y es que este mirador nos da una visión diferente de la Ciudad Eterna, y por tanto mucho menos concurrido que todos los anteriores. Se ubica muy cerca del de Campidoglio por la Via de San Pietro di Carcere. Es un lugar ideal para disfrutar del buen tiempo o hacer un picnic, ya que justo al lado hay un parque muy animado.
En italiano conocido como Giardino degli Aranci, está ubicado en las conocidas Siete colinas históricas, y se encuentra a 47 metros de altura en el Aventino. La imagen no puede ser más bucólica y romántica: rodeados de pinos, vemos Roma a vista de pájaro mientras el sol se esconde tras la cúpula de San Pedro. El atardecer, sin duda es la hora en el que el jardín está más concurrido, ya que cualquiera puede acceder a él para ver esta maravillosa estampa.
Muy cerca podrás ver la Cúpula de San Pedro enmarcada en lo que se conoce como la Puerta del Priorato de los Caballeros de Malta, la cerradura más famosa de Roma. Y si pensáis que está muy concurrido acercaros al Jardín de San Alessio, cuyas vistas son igual de bonitas que el Jardín de los Naranjos.
A nada más y nada menos que 88 metros de altura, nos topamos con uno de los más famosos miradores de Roma, en el Trastevere. Cuando llegues aquí podrás admirar el impresionante panorama que se nos presenta enmarcado por los Montes Albanos. El mirador se establece en la terraza del monumento a Giuseppe Garibaldi o en el Faro de Roma. Nos ofrece unas panorámicas muy buenas de la ciudad, y es un lugar ideal para disfrutar de la compañía de tu pareja o tus amigos. Justo en este lugar encontramos la sede de la Academia de España y la residencia del embajador español.
Pero no todo serán terrazas, cúpulas o ascensos vertiginosos, sino que Roma también nos ofrece la posibilidad de disfrutar de preciosas vistas desde sus puentes sobre el río Tíber. Entre ellos destacan el Puente Sant’Angelo, donde multitud de turistas demoran su paso para tirar una fotografía preciosa; el Ponte Vittorio Emanuele II, convirtiéndose en una de las panorámicas más famosas de Roma; o el Ponte Sisto, un puente situado en el mismo lugar que el primer puente de Roma.
¿Los conocías? Descubrir Roma desde las alturas, es un plan que no puede faltar en tu próxima visita, por algo se la conoce como la ciudad de las siete colinas, ¿verdad?