Viajar a la impresionante Región del Piamonte conlleva experimentar con sabores únicos que nos permitirán deleitar nuestro paladar con una serie de productos que solo encontramos en esta parte del mundo, como la trufa blanca. A esto se unen paisajes verdes rodeados de montañas que poder recorrer en coche, donde podremos descubrir una rica historia a través de castillos y palacios que ofrecen fotografías idílicas.
La puerta internacional de entrada a esta región es el Aeropuerto del Piamonte, en la espectacular ciudad de Turín. Pero para adentrarnos en esta región, la mejor opción es alquilar un coche o una moto. Esto nos permitirá recorrer los 62 Kilómetros que separan la capital piemontesa de Alba, una de las bellas localidades que salpican la Provincia de Cuneo.
La leyenda cuenta que el nombre de Alba procede de los cuatro elementos que representan los símbolos del evangelio: A de Ángel, L de León, B de Buey y A de Águila. Estos símbolos están representados en la fachada de su catedral.
Nos podemos alojar en alguno de los hoteles de la ciudad, o bien optar por disfrutar de sus verdes parajes en alguno de sus numerosos agroturismos, en los que podremos, además, degustar sus productos típicos. Es incluso posible dormir en un palacio del siglo XVII. La oferta es muy amplia y variada.
El Piamonte es la cuna del movimiento conocido como “Slow Food”, que nació como una nueva filosofía que combina el placer y el conocimiento de la gastronomía, huyendo de la estandarización y las prisas (representado por la Fast Food). Es, en definitiva, volver a disfrutar de la comida con una selección de productos auténticos y de temporada, tomándose el tiempo necesario para ello. Así pues, en esta zona encontramos innumerables festivales que permiten degustar los productos de la zona, como los vinos de la región del Barolo, quesos y embutidos, y dulces realizados con las avellanas características de esta zona.
La Fiera Internazionale del Tartufo Bianco d'Alba tiene lugar del 1 octubre 2025 - 3 diciembre 2025
Una de las ferias más importantes es la que se celebra cada otoño en Alba dedicada al llamado “oro blanco”, el Mercado Mundial de la Trufa Blanca, coincidiendo con la época de su máximo esplendor. En el Cortile de la Maddalena se instalan distintos puestos en los que se pueden adquirir las mejores trufas de los bosques de la región, Langhe, Roero y Monferrato. Todas ellas están certificadas con la “Carta de Calidad de Tuber Magnatum Pico”, redactada en 4 idiomas por el Centro Nacional de Estudios de la Trufa.
Entre octubre y noviembre, la feria de la trufa «Fiera Internazionale del Tartufo Bianco d ‘Alba» tiene lugar en el Palazzo Mostre e Congressi en Alba en fines de semana consecutivos, Otras delicias regionales tales como vinos, quesos, pastas y pasteles se ofrecen también en esta feria especial,
El momento cumbre de la Feria es una subasta a nivel mundial de Trufa Blanca, realizada en el Salon delle Maschere del Castillo de Grinzane, y dirigida a incrementar su fama y prestigio a nivel internacional. Para ello, se realiza una conexión en directo vía satélite con numerosas ciudades de todo el mundo, que pujan por llevarse la mejor trufa. La trufa más valiosa fue adquirida por la ciudad de Hong Kong que, por 750 gramos, ¡llegó a abonar la cantidad de 100.000 euros!
Las entradas para esta feria internacional se pueden adquirir online o allí mismo. El precio medio es de unos 4 euros, y los niños menores de 15 años tienen acceso gratuito. Si queremos completar nuestra visita con una degustación de productos el coste de la entrada será de unos 9 euros, aproximadamente.
De todas formas, si no puedes visitar Alba y el Piemonte en la época de la Feria de la Trufa no tienes de qué preocuparte. Existen numerosos restaurantes y establecimientos donde poder saborear todo tipo de platos basados en este maravilloso manjar fuera de la feria, como el “Ristorante Piazza Duomo”, regentado por Enrico Crippa y con 3 estrellas Michelin.
La forma más habitual de degustar la trufa blanca es rallándolo con un rallador especial en finas láminas sobre un plato de pasta, huevos, patatas o arroz, y dejando que el intenso aroma de este hongo se mezcle con el del plato.
Alba es una ciudad medieval por excelencia. La Catedral de San Lorenzo o Catedral de Alba está situada en la Plaza del Risorgimento o Plaza del Duomo. Dedicada al martirio de su patrón, se caracteriza por su ladrillo rojo. Se cree que fue construida sobre edificios sagrados de la época romana. Su edificación comenzó en estilo románico, pero posteriormente fue restaurada en estilo gótico tardío. La sobria fachada no nos permite ni siquiera imaginar la gran sorpresa arquitectónica de su interior… un espectacular altar y bosque de vidrieras que recorren toda la catedral.
Las calles de esta pequeña ciudad son adoquinadas y están repletas de tiendas, muchas de ellas gastronómicas, restaurantes o pastelerías.
Los dulces típicos de esta región están elaborados con avellanas. De hecho, la casa Ferrero tiene su sede en Alba, que fue creada en 1946. En los cafés de esta localidad piemotesa es muy típico degustar un café muy especial, elaborado con la mezcla de café y Nutella.
En el corazón de la ciudad encontramos la Via Vittorio Emanuele, que alberga el Convento de las Dominicas – hoy transformado en Museo de Arqueología y de Ciencias Naturales – y la la Iglesia de Santa Maria Madalena, claro ejemplo del conocido como “barroco del Piamonte”. Data de mitad del siglo XVIII, y en ella se guardan las reliquias de la Beata Margherita di Savoia en una rica ara. A lo largo del año se realizan conciertos de distintos coros en su interior.
Pero en Alba también es posible visitar su “ciudad subterránea”. En efecto, la ciudad original, llamada “Alba Pompeia”, se encuentra bajo el centro histórico medieval y conserva restos de la época romana.
Hay tours guiados con un arqueólogo que nos acompaña para conocer los secretos de la ciudad, y que terminan en el Museo de Arqueología, donde podremos descubrir joyas históricas como “El Tesoro de Tanaro” (encontrado en un río cercano), o huesos y fósiles como los del “Mastodonte de Verdune” o la “Ballena de Alba” (con 5 y 8 millones de años de antigüedad, respectivamente).
También podemos aprovechar nuestra estancia en la zona para visitar uno de los castillos más antiguos de esta región, el Castillo de Grinzane Cavour, en la cercana ciudad de Langhe. Actualmente este castillo acoge la Enoteca Regional Piamontesa Cavour, así como el Museo Etnográfico. También es sede permanente del «Premio literario Grinzane Cavour».
Igualmente podemos visitar la Fortaleza de Serralunga o el Castillo de Falletti en la ciudad de Barolo, donde se puede realizar una degustación de uno de los mejores vinos del mundo.
Anímate a realizar un viaje diferente y adéntrate en la otra Italia, la más desconocida.