21 diciembre 2023

Los secretos de la Mezquita de Córdoba, ¿realidad o ficción?

Entrar en la Mezquita de Córdoba y no sorprenderse es prácticamente imposible, lo más probable es que te quedes boquiabierto y fascinado ante semejante sucesión de columnas y arcos de herradura -elementos que los árabes establecieron como símbolo propio de su arquitectura-. Es la tercera mezquita más grande del mundo y uno de los monumentos más importantes del Occidente islámico, por lo que en el año 1984 la UNESCO decidió declararla Patrimonio de la Humanidad.

Curiosidades de la Mezquita de Córdoba

Sus muros esconden una gran cantidad de leyendas que han sobrevivido en el tiempo, ¿crees que se trata de historias reales o que son simples leyendas? Te invito a que continúes leyendo y juzgues por ti mismo

Aunque los musulmanes nunca habrían aceptado levantar un lugar de culto sobre un cementerio, se dice que bajo esta mezquita-catedral descansan en paz los restos de algunos ilustres personajes como el mismísimo Luis de Góngora, Garcilaso de la Vega, Pablo de Céspedes y hasta algunos reyes como Alfonso XI y Fernando IV.

Y es que en el subsuelo de este conjunto monumental se han hallado restos arqueológicos de lo que parece que fue la Basílica visigoda de San Vicente, que tomó como referencia las mezquitas de Damasco y al-Aqsa de Jerusalén.

A lo largo de los años fue sufriendo diversas remodelaciones y ampliaciones por orden de diferentes emires, califas y reyes hasta llegar a convertirse en la mezquita-catedral que es hoy en día, uno de los ejemplos arquitectónicos que mejor refleja la historia de las civilizaciones que han pasado por Córdoba.

Este templo tiene una larga cadena de columnas, pero hay dos que sobresalen debido a las historietas que giran en torno a ellas:

La Columna del Cautivo le debe su nombre a una pareja de enamorados, concretamente a un joven cristiano que trabajaba en unas huertas y a una árabe que iba a comprarle flores y frutas. Él, atrevido, le pidió matrimonio y la joven musulmana sin pensárselo dos veces le dio el sí quiero prometiendo convertirse al cristianismo para cumplir su historia de amor… pero desgraciadamente, la noche en la que iba a ser bautizada recibió el peor de los castigos, pues unos soldados no solo la asesinaron, sino que además tuvieron el desdén de lanzar su cuerpo al río, dejando así al zagal desamparado y llorando la muerte de la que iba a ser su esposa. El muchacho recibió una penitencia menor que su amada porque los militares decidieron humillarlo atándolo frente a una columna durante un largo tiempo, durante el cual y para no perder la fe, hizo una cruz en la Columna del Cautivo con su propia uña, una marca que hoy está protegida por una reja.

Muy cerca de ella se sitúa la Columna del Infierno, protegida en esta ocasión por una mampara para conservar las marcas que en ella realizaba la gente con una moneda, pero ¿qué tenía de especial? La fábula dice que cuando alguien rascaba sobre ella, ésta desprendía un olor a azufre tan fuerte que indicaba que había sido tallada en el auténtico infierno… aunque hay quienes han conseguido tirar abajo este mito diciendo que este olor a huevo podrido se debe en realidad a la reacción química que se produce de frotar un objeto de metal (moneda) con ácido sulfhídrico (un posible componente de esta columna negra de mármol).

Además, en todas las mezquitas el mihrab está situado en el muro de la qibla, que indica la dirección de La Meca, es decir, el lugar hacia el que todos los orantes tienen la obligación de dirigir sus rezos, peeeero la Mezquita de Córdoba no está orientada a La Meca, tiene la peculiaridad de mirar hacia el suroeste -hacia el río Guadalquivir-, debido a la necesidad de adaptarse a la estructura urbanística fruto de las sucesivas ampliaciones que sufrió durante la época tardorromana. Otros dicen que simplemente fue un error de cálculo...Generalmente la Sala del Mihrab consistía en una pequeña hornacina, pero en este caso se trata de una habitación de planta poligonal repartida en 3 zonas. Se considera la zona más íntima del templo porque simboliza la presencia de Allah y es el punto desde el que el imán dirige la oración.

Hoy en día se puede visitar la torre campanario de la Catedral de Córdoba, situada a 40 metros de altura, que puede alcanzarse tras subir estrechas escaleras compuestas de altos peldaños. Conserva su disposición original para mostrar al visitante como era en la antigüedad, ofreciendo además la oportunidad de ver parte del alminar primitivo realizado por orden del califa Abderramán III sobre el que se cimentó la torre actual.

Partes de la Mezquita

Este Patio de los naranjos es una de las partes más significativas de toda la mezquita, colocado a la entrada del templo en forma de rectángulo y rodeado por soportales que abrazan una larga sucesión de naranjos. A pesar de su nombre, no fue hasta el año 1512 aproximadamente cuando se plantaron estos árboles frutales que tanto color le dan al conjunto, y, es más, el patio original contaba con unas dimensiones menores, pero Abderramán III decidió ampliarlo en el siglo X. Su uso cambió completamente con la llegada de los cristianos, que decidieron convertirlo en un jardín y usarlo como lugar de esparcimiento, mientras que el patio musulmán había sido utilizado para impartir enseñanza, celebrar juicios y rezar oraciones.

Hay una leyenda que gira en torno a la Fuente de Santa María, más conocida como “la fuente del olivo”, que dice que el agua que brota de sus caños ayuda a encontrar pareja. ¡Un acto totalmente milagroso!

La Puerta del Perdón es la que conecta el Patio de los Naranjos con el interior de la Mezquita-catedral de Córdoba, aunque no es un sencillo acceso, se trata de una figura arquitectónica muy relevante en este conjunto. De hecho, es una portada formada por dos arcos de herradura, uno que mira al interior y otro hacia el exterior, que no son los verdaderos procedentes del siglo XIV.

Las remodelaciones que sufrió el portón mudéjar durante el siglo XVII se llevaron a cabo por Sebastián Vidal, que suprimió 2 arquillos lobulados, pero quiso conservar el arco ojival, al que añadió un enorme arco de medio punto apoyado sobre 2 pilares.

Con la llegada de Alhakén II en el siglo X se produjeron grandes ampliaciones en la sala de oración de la mezquita, que crece con 12 tramos hacia el sur para otorgarle mayor importancia a este espacio. El mandato de este califa estuvo marcado por la innovación y la creatividad, muy notables en la decoración de la Sala de Oración.

La Puerta del Espíritu Santo también corresponde a esta etapa, siendo una de las composiciones artísticas más bellas de la mezquita. Está formada por un arco de herradura ciego enmarcado por un alfiz y coronado por arquillos de herradura entrelazados decorados en su interior con motivos geométricos. Ricardo Velázquez decidió restaurarla en el siglo XX de tal manera que la transformó en una entrada para acceder al santuario (porque anteriormente estuvo tapiada).

A lo largo de este conjunto se pueden observar otras similares como la Puerta de San Ildefonso o la Puerta de San Miguel.

La Sala de Oración es la imagen que todo el mundo conoce de la Mezquita de Córdoba, la cual ha sido fruto de sucesivas ampliaciones hasta llegar a ser la sala que es en la actualidad. Es realmente impactante ver la gran cantidad de arcos de herradura y columnas de origen romano y visigótico que componen este bosque de mármol. Todos los arcos pintados con líneas rojas y blancas que hoy en día ven nuestros ojos se repiten hasta el punto de parecer un laberinto sin salida, pero… ¿sabríais decirme realmente cuántos arcos y columnas hay en total? ¡Os lo dejo de deberes!

Si seguís paseando por este mar de columnas, os toparéis con una repentina catedral, y es que los cristianos no quisieron demoler este excelente monumento que tanto gusta a los visitantes de Córdoba.

Tras la expulsión de musulmanes y judíos, Carlos V mandó construir una parroquia en medio del templo árabe que atendiese a las necesidades religiosas de los cristianos. Tardó en construirse un periodo aproximado de 2 siglos, motivo por el cual se pueden apreciar en ella diferentes estilos artísticos como el gótico y el barroco, entre otros.

¿Y tú? ¿Conoces ya la Mezquita-Catedral de Córdoba? No te quedes con las ganas y aprovecha esta oferta de tren más hotel a Córdoba.